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Cambios institucionales y sectoriales

W dokumencie CUBA: ¿quo vadis? (Stron 31-35)

Una de las medidas que el gobierno cubano ha emprendido recientemente es la reestructuración de ministerios del área económica. Así, se eliminó el Ministerio de la Industria Básica y se revivió el Ministerio de Industrias a partir de la fusión de las industrias Sideromecánica, Industria Ligera y la Industria Química. Al mismo tiempo, se creó el Ministerio de Energía y Minas la cual desarrollará funciones estatales en las actividades petroleras, energía eléctrica y minería. Se creó la corpo-ración azucarera AZCUBA, del antiguo Ministerio del Azúcar. Tanto en las provincias de Mayabeque, Artemisa como en la Isla de la Juventud, se comenzó la experiencia de la integración de los centros de la educación superior, en un solo centro. Se comenzó en el 2012 el perfeccionamiento de 22 organismos y entidades nacionales es decir en un grupo importante de Organismos de la Administración Central del estado. Se creó la OSDE (organización Superior) BioCubaFarma, que tiene personalidad jurídica y que se subordina al CECM (Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros), y abarca un gran grupo de entidades, que funciona con consejos, en una práctica inusual en el país.

La situación de la economía cubana, puso en evidencia la necesidad de imple-mentar cambios profundos, por eso las principales propuestas y ajustes refrendados en el 6to. Congreso del Partido, efectuado en el mes de abril del 2011, para inten-tar remoninten-tar los indicadores económicos presentados anteriormente, son las siguientes:

1. Ajuste de gastos presupuestados (educación, salud, deporte, cultura, entre otros);

2. Ajuste del empleo en el sector estatal, vía eliminación de plantillas infladas;

3. Entrega en usufructo de tierras ociosas;

4. Reorganización del aparato estatal, ministerios y grandes empresas del Estado;

5. Incentivos al empleo no estatal, como el relanzamiento del trabajo por cuenta propia con un nuevo listado;

6. Propuestas de creación de cooperativas no agrícolas;

7. Posibilidad de contratación de fuerza de trabajo;

8. Eliminación de prohibiciones, entre ellas la compra venta: de viviendas, la de automóvil, entre otros bienes y servicios, como equipos de climatización, etc.;

9. Mayor autonomía empresarial;

10. Igualdad de oportunidades para todos pero no “Igualitarismo”;

11. Búsqueda de autosuficiencia alimentaria e eliminación gradual del racio-namiento;

12. Posibilidad de arrendamiento de instalaciones estatales, entre ellas las de gastronomía;

13. Separación de las funciones estatales y empresariales;

14. Actualización de la política tributaria;

15. Estrategias de reordenamiento del pago de deudas externas;

16. Promoción de creación de Zonas Especiales de Desarrollo.

En esencia, a pesar de las transformaciones en curso en diversas ramas y secto-res, y en el modelo de gestión económica, los pilares de la actualización del modelo económico cubano han sido la realización de reformas en el sector agrícola y en el trabajo privado llamado en Cuba el “cuentapropismo”. Los lineamientos tienen un cronograma de ejecución e implementación hasta el 2015, y hasta mediados del 2013 se había avanzado en lo siguiente:

• Aprobado 33 medidas por el Consejo de Ministros de la República de Cuba para la flexibilización del trabajo por cuenta propia (privado);

• Se exoneraron del pago del impuesto por la utilización de la fuerza de trabajo para quienes en sus negocios contraten entre 1 y 5 trabajadores;

• En el 2012 la cuantía exenta de gravamen para el pago del impuesto sobre los ingresos personales se elevó de 5 000 a 10 000 pesos, lo cual contribuye a bajar la carga tributaria;

• Se generalizó el sistema de gestión de arrendamiento para los privados de locales estatales, para los que trabajan ofreciendo servicios personales, técni-cos y del hogar;

• Se avanzó en las normas transitorias para la realización de experimentos con cooperativas no agrícolas;

• Se promulgó el Decreto Ley 289 que aprueba los créditos y servicios banca-rios a la población;

• Se eliminó el límite de pago del estado por servicios contratados a trabaja-dores no estatales;

• Se puso en vigor el decreto 292, que autoriza la compraventa de vehículos entre particulares;

• Se promulgó el decreto ley 288 de compraventa de viviendas entre particu-lares;

• Se actualizó el Balance de uso de la Tierra, donde se dispone de más tierras ociosas para ser distribuida entre quienes quieran trabajarla;

• Se puso en vigor las resoluciones 122/2011 del MINAGRI7, la 369/2011 del MFP8 y la 121/2011 del MINTUR9, que permite las ventas directas de productores agrícolas a hoteles y restaurantes;

• Se actualizó el decreto ley 259 sobre la entrega de tierras ociosas dando paso al decreto ley 300;

• Se puso en vigor el Acuerdo No. 7155, del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, de 13 de diciembre de 2011, para el otorgamiento de subsidios a personas naturales para realizar acciones constructivas en sus viviendas.

En el interés de la actualización del modelo cubano, sería viable el reanálisis de las llamadas Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES), cuya eventual implemen-tación se previó a  mediados de los 90 del siglo XX, en un proceso que quedó interrumpido por diversos factores. Sus ventajas son muy conocidas, ya que las mismas ofrecen las siguientes posibilidades10:

• Alternativas de empleo, tan necesarios en la actualidad;

• Mejoramiento del nivel de vida e incremento del ingreso de sus integrantes;

• Descentralización de ciertas producciones y servicios;

• Incremento de la oferta de bienes y servicios.

Lo interesante es que ese término no es derivado de la coyuntura que atraviesa la economía cubana, es una tendencia mundial que se está imponiendo, de estruc-turar la producción sobre la base de pequeñas y medianas empresas, y que son de mucha flexibilidad, de alto nivel de calificación de fuerza de trabajo (es uno de los mayores acervos con que cuenta Cuba en estos momentos) y además resultan muy competitivas.

Es cierto que, en la actualidad se analiza por parte del gobierno cubano la necesidad de implementar algunas de las variantes de las llamadas PYMES, y especialmente, las llamadas cooperativas por la socialización de la producción con los beneficios que la misma trae consigo. Pero también pueden estudiarse otras formas como las empresas que pudieran estar formadas por trabajadores por cuenta propia y el estado, o trabajadores individuales y las cooperativas. Es de todos cono-cido que muchas de estas actividades o asociaciones existen, de lo que se trata es de hacer explicita y abierta esta relación laboral, fijando las responsabilidades sociales que correspondan, ordenando y controlando estas actividades por parte del Estado.

7 Ministerio de Agricultura.

8 Ministerio de Finanzas y Precios.

9 Ministerio del Turismo.

10 Las PYMES no estatales en el proceso de transformación de la economía cubana. Elaborado por el CEEC con un colectivo de instituciones. Inédito, 21 de Marzo de 1997. La Habana.

Existe un grupo de actividades que fueron propuestos en las reformas de los años noventa, pero que no aparecieron en el reglamento vigente de actividades por cuenta propia que se aprobó a mediados de los noventas y otras que funcionaron y desaparecieron posteriormente, que sería viable su rescate en esta actualización del modelo. Además, dada la alta calificación de la fuerza de trabajo que existe, con un alto por cien de jóvenes que no trabajan, se debería estudiar el tipo de empresas que tengan un mayor uso del conocimiento, lo que evita la descalificación de esa fuerza de trabajo que tiende a emigrar hacia otros trabajos donde se obtienen mejores ingresos, pero el nivel de calificación del puesto es más bajo que su preparación, y en el caso extremo están emigrando hacia el exterior. Ellos podrían ser del tipo de Consultorías, Auditorias, Arquitectura, Diseñador, y otros que incluso vengan propuestos por los propios ciudadanos.

Muchos coinciden en la necesidad de incrementar la oferta de bienes y servicios en Cuba, que conlleve a un incremento del nivel de vida de la población en general, no de un sector en particular, pero esto no se logra por los obstáculos que le impone a las fuerzas productivas una política económica que no hace una utilización inten-siva de sus activos disponibles, llámese fuerza laboral altamente escolarizada, pero también de sus equipamientos, edificaciones, tierras, aguas, minerales, entre otros.

La experiencia de China y de Vietnam pudiera estar presente en este proceso, ya que en Cuba se ha reflexionado mucho acerca de la economía, la sociedad, la política y la ideología y este caso forma parte de las discusiones más generales que se hacen en Cuba respecto al socialismo contemporáneo, dado el hecho de que el socialismo ha sido el marco de referencia existente para las transformaciones emprendidas en Cuba desde el quiebre del “socialismo real” en Europa, y obvia-mente China y Vietnam son países socialistas11.

Uno de los ámbitos principales de la atención que le prestan un grupo de economistas cubanos a la experiencia China, probablemente el encuadre más apto sería el del interés por el caso de la reforma económica de mercado más vasta y radical, emprendida por un Partido Comunista en el poder, que ha sido muy exitosa en el plano económico, relativamente extendida y beneficiosa (aunque polémica y contradictoria) en lo social, y legitimadora en lo político.

Pudiera argumentarse que Vietnam es otro caso similar, y probablemente lo sea, ya que tiene éxitos económicos dignos de observar. China y Vietnam ofrecen una imagen económica limitada a unas pocas dimensiones: altísimo crecimiento eco-nómico, una magneto para la inversión extranjera, y una formidable capacidad exportadora. Sin embargo, la posibilidad de palpar directamente esas realidades puede tener el efecto de colocar en un segundo plano esas dimensiones y destacar la gran relevancia del mercado interno. Por lo tanto, lo que predomina hoy es la visión de China y Vietnam como un mercado interno, de crecimiento vertiginoso.

11 Véase: Mercado interno y desarrollo. (2004). La Habana.

Esa acelerada expansión del mercado interno ha sido el pilar básico (y el punto de arranque) del avance económico registrado por China primero y Vietnam después.

En el caso de China el hecho de que la economía del país haya podido duplicarse aproximadamente en plazos inferiores cada diez años, ha permitido de una parte generar una demanda sostenida y de rápido crecimiento, que exige ampliar la oferta, y de otra parte ha creado los recursos internos necesarios (vía ahorro interno) que han hecho posible sostener las altísimas tasas de formación de capital que han permitido la transformación estructural de la economía, con independencia de que el proceso dista mucho de haberse completado y de que existen problemas y dispa-ridades. La prioridad que se le ha concedido al mercado interno en el contexto de la reforma China data desde sus propios inicios, a raíz de las reformas en la agricul-tura, y ha sido reforzada con el paso del tiempo, lo que se ha reflejado en el favorecimiento de políticas de diversificación de las formas de propiedad con un alto sesgo hacia la creación de ingresos, apoyada en la extensión de la actividad económica privada.

En particular, eso hace reflexionar sobre el hecho de que a pesar de que Cuba es una “economía abierta” (economía exportadora) muy diferente a  China y Vietnam, la expansión del mercado interno es una condición imprescindible para el desarrollo de cualquier tipo de economía, y que por lo tanto, debe ocupar un papel prominente en cualquier estrategia de desarrollo. Este ha sido, obviamente, un componente que, aunque no puede afirmarse que haya estado ausente en las políticas económicas cubanas de los últimos años, tampoco puede decirse que se le identifique como „la prioridad” de los planes de desarrollo.

La actualización del modelo cubano es un paso esencial para el diseño del modelo de desarrollo cubano a partir del mediano plazo, en el cual necesariamente se llegue a resolver parte de las deformaciones estructurales mencionadas, donde por supuesto el desarrollo del mercado interno sea una de las variables esenciales en ese proyecto. El estímulo a las fuerzas productivas que se pretende realizar, la potenciación del crecimiento industrial sumado a los megaproyectos de infraestruc-tura e industriales en curso, como el desarrollo del puerto del Mariel y su zona de trasbordo, el proyecto petroquímico de Cienfuegos, el desarrollo del níquel, entre otros, más el incentivo al desarrollo de formas no estatales de producción tanto en la agricultura como en los servicios, podrían contribuir al crecimiento de los prin-cipales indicadores económicos del país.

W dokumencie CUBA: ¿quo vadis? (Stron 31-35)