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El emigrado y Cuba: una perspectiva intergeneracional

W dokumencie CUBA: ¿quo vadis? (Stron 116-121)

La situación económica de Cuba es percibida generalmente como mala o muy mala. Así también la evalúan los entrevistados, sin diferencia de edad y período de la emigración, indicando la política del gobierno cubano como causa principal de esta situación (97 por ciento de las respuestas). En segundo lugar mencionan la mentalidad de los cubanos (19,9 por ciento) y en tercer lugar la complicada histo-ria de Cuba (10,5 por ciento). Tan solo el 7,1 por ciento indica como causa del mal estado al bloqueo de Cuba por parte de los EE.UU.3. Llama la atención el señala-miento de un factor bastante complejo, subjetivo e íntimo como “la mentalidad de los compatriotas”. Este angosto ámbito temático, referente al estado económico de Cuba, es tan solo un pequeño fragmento del amplio abanico de los imaginarios sobre Cuba, el cual nos servirá de fondo para las siguientes descripciones de la realidad de la Isla según los emigrados cubanos. Al tomar en cuenta la emigración como factor cambiante de la realidad cubana, le hemos preguntado a los encuesta-dos sobre su disposición para el regreso al país de origen. La temporalidad de las migraciones y la disposición de regreso son cuestiones importantes a investigar y parecen ser aún más justificadas en vísperas de la cambiante política migratoria de Cuba. Entre las personas del grupo investigado, se puede identificar la correlación

3 Los encuestados podían escoger dos de varias respuestas y señalar otra, no incluida en el elenco.

de la negación al regreso con la edad de los encuestados y la época en la cual emi-graron, aunque el 53,2 por ciento declara que no quiere regresar a Cuba y solo poco más del 7 por ciento dio una respuesta positiva al respecto. Es significativo que casi el 40 por ciento de los encuestados no están decididos y este grupo aumenta con-forme a la disminución de la edad de las personas y del período de su permanencia en el extranjero. Bajo estas condicionantes, disminuye también la cantidad de los que se niegan al regreso. Esta opinión desciende en un 15 por ciento, de un 60 por ciento entre las personas que salieron antes del año 1991 al 44,9 por ciento entre las que se fueron después del 2000. Por lo cual, podemos afirmar que el grupo de los jóvenes y recién llegados es mucho más indeciso y más dispuesto al regreso.

Diagrama 1. Disponibilidad de regreso a Cuba de los entrevistados, según el período de salida de Cuba.

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Fuente: Elaboración propia, según datos obtenidos de las encuestas.

Las razones de tal postura, existentes entre las distintas generaciones de inmi-grantes, pueden ser diversas. Las personas con menos de 55 años y los recién llegados representan la generación criada en pleno socialismo, conscientes de los éxitos de los años setenta y ochenta, y las “sombras” y crisis del “Período Especial”.

Probablemente, estas circunstancias han creado la dificultad para adaptarse a las realidades de libre mercado (del mundo capitalista), cuando en Cuba, durante años, vivían en condiciones creadas por un estado paternalista y benefactor. Lo confirman las frases expuestas en las mismas encuestas, pero también opiniones que hemos reunido durante nuestro trabajo de campo en Cuba al realizar entrevistas con personas que vivían en el extranjero y decidieron regresar. Otra de las razones es el débil lazo existente en el lugar de acogida, y aun fuertes y amplios vínculos con la Isla, los cuales con el tiempo van disminuyendo.

Las razones de la negación al regreso, por las cuales hemos preguntado, sor-prendentemente son diversas y representan argumentos desde muy particulares e

individuales hasta muy generales, como las condiciones económicas y políticas de Cuba.

Tabla 3. Principales razones y obstáculos para no regresar a Cuba, según período de salida (porcentaje de los encuestados).

Razón / obstáculo y período de salida hasta 1990 1991–2000 2001 y más Total He hecho mi vida aquí / mi familia está aquí

/ me siento bien aquí 41 58 38 49

No me identifico con el sistema / odio el

sistema / por Castro 23 10 38 21

No podría adaptarme 18 4 4 7

No quiero / no me interesa 14 4 7 7

Por la cultura / moralidad / mentalidad

de los cubanos 10 2 6

Otras razones 5 6 4

Pobreza/ falta trabajo para mí / aquí me

desarrollo profesionalmente 1 7 3

No quiero empezar de nuevo 6 3

No puedo 4 1

Total 100 100 100 100

Fuente: Elaboración propia a base de las encuestas.

En general, son los lazos familiares y la vida ya organizada en el lugar de resi-dencia el mayor de los obstáculos para el regreso a Cuba. Entre la joven emigración esta razón disminuye. La segunda señalada es el sistema vigente en Cuba. Su importancia aumenta conforme a la disminución de la edad y el tiempo de perma-nencia en el extranjero. Es muy significativo, también, la personificación del obstáculo, señalando a los líderes del Estado cubano, “los Castro”, como razón para no regresar. Conforme a la disminución del tiempo de permanencia en el extranjero y la edad de los encuestados se diversifican las razones para no regresar al país. Entre las personas que salieron después del año 1990 aparecen nuevos factores como “la cultura y mentalidad de los cubanos”, “pobreza y falta de trabajo” y “desarrollo profesional”. Por lo tanto, podemos llegar a la conclusión de que la emigración reciente, en comparación con la “vieja”, tiene una visión más compleja de la realidad cubana, basada en los aún estrechos lazos existentes con la patria. A pesar de que sea bajo el número de personas que declaran la posibilidad de regreso (razón que

dificulta el análisis de este grupo), vale la pena mencionar en forma de citas sus principales razones para tal decisión: “es mi país”, “allí no me siento extraño, tran-quilidad de la vida”.

Para completar esta perspectiva individual de la percepción de Cuba, le pedimos a los entrevistados que indiquen las diferencias entre la vida en Cuba y el país de acogida, de esta forma se explica con mayor detalle el rechazo existente a regresar a su patria4. Entre varias diferencias indicadas, tres se repetían comúnmente: liber-tad política y social, liberliber-tad económica y liberliber-tad cultural / de expresión / de opiniones. Las siguientes razones señaladas se relacionan directamente con la esfera económica de la vida: nivel de vida / pobreza, mejores ganancias y mayores posibi-lidades / diversidad de empleo. Sobre el tema de libertad y las razones detalladas de la emigración escribe Ewelina Biczyńska en el siguiente artículo “Tonos de libertad en la percepción de la diáspora cubana por el mundo”.

Tabla 4. Principales diferencias entre la vida en Cuba y la vida en el lugar de acogida, según los emigrados cubanos.

Diferencias con más frecuencia indicadas por los encuestados % de los encuestados

Libertad política y social 26,4

Libertad económica 17,0

Libertad cultural / de expresión / de opiniones 13,7

Nivel de vida / pobreza 11,8

Mejores ganancias 6,0

Mayores posibilidades / diversidad de empleo 4,9

Gente / relaciones / amor / sexo / mentalidad 4,1

Trabajo duro 3,6

Mi opinión y voz cuentan / me escuchan 3,2

Posibilidad de viajar 2,1

Me falta Cuba / extraño a Cuba 2,1

Mayor libertad en el extranjero 1,3

El clima 1,3

Otras 2,6

Fuente: Elaboración propia a base de las respuestas obtenidas a la pregunta: “¿Cuál es la diferencia principal, en tu opinión, entre la vida en Cuba y la vida en el lugar donde ahora resides?”

4 La pregunta fue: “¿Cuál es la diferencia principal, en tu opinión, entre la vida en Cuba y la vida en el lugar donde ahora resides? (Describe por favor brevemente)”.

La visión de Cuba que nos presentan los entrevistados es pesimista. La eva-luación negativa del estado económico del país viene acompañada del rechazo al sistema político, que aunado a la falta de libertades individuales, son las principales razones de permanencia en el extranjero. Estos sentimientos vienen acompañados por la añoranza por la patria. La nostalgia provoca el deseo de regreso o reavivación de los elementos más deseados e implica el surgimiento de deseos de cambio en el país de proveniencia. La mayoría de los encuestados, un 97,2 por ciento, desean que en Cuba ocurran cambios políticos. La opinión opuesta, representada por 2,8 por ciento de los encuestados, aparece solo entre los recién llegados. Existen, sin embargo, diferencias entre los deseos (sueños) y las posibilidades reales de cambio. El pesimismo, respecto a este tema, prevalece entre la “vieja generación”. Una tercera parte de las personas que salieron de Cuba hasta el año 1990, opinan que en la Isla no ocurrirán cambios políticos. Los jóvenes son mucho más optimistas. Solo una quinta parte de los “recién llegados” opina que no habrá cambios.

Diagrama 2. El deseo y las posibilidades reales de cambios en Cuba, según los emigrados cubanos.

Fuente: Elaboración propia a base de las preguntas de la encuesta.

Podemos considerar, por lo tanto, que los representantes de la diáspora cubana, en general, desean que ocurran cambios en su patria y en las posibilidades reales de estos acontecimientos cree un 75 por ciento. Para la mitad de los encuestados le es difícil señalar cuándo estos cambios tendrán lugar, pero a la vez un 40 por ciento indica un lapso de menos de 10 años y un 15 por ciento indica el período de menos de 3 años. Cabe mencionar que entre las personas “jóvenes” (hasta los 45 años de edad) prevalece la opinión (en un 65,3 por ciento) de que los cambios acontecerán en menos de 10 años y un 35 por ciento opina que ocurrirán en menos de tres.

La Cuba futura, según los emigrados cubanos: una perspectiva

W dokumencie CUBA: ¿quo vadis? (Stron 116-121)