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La Cuba futura, según los emigrados cubanos: una perspectiva intergeneracional

W dokumencie CUBA: ¿quo vadis? (Stron 121-132)

Hablando de unos eventuales cambios en Cuba, con la pregunta “¿cuándo ocurrirán?” surge la siguiente: “¿cómo ocurrirán?”. Este fue el siguiente paso para completar el “rompecabezas” de la visón de Cuba y su futuro según los emigrados.

A pesar de ser cubanos, para casi la mitad de los encuestados (el 46,1%), le es difícil indicar la forma en la cual ocurrirán los futuros cambios en Cuba. Las dife-rencias generacionales en este caso son mínimas. Sin embargo, estas aparecen en el momento de escoger entre actos violentos y pacíficos de los cambios. El 12,3% de los encuestados indica la probabilidad del uso de la violencia (incluido el golpe de Estado y la intervención internacional) y casi una quinta parte (17,7%) la rechaza.

Este escenario es mucho más probable según las personas criadas y formadas durante la Guerra Fría, con más de 45 años de edad (27% en este grupo), la cual es nula entre las personas hasta los 35 años. Este último grupo se inclina también hacia el carácter dinámico pero no violento de los eventuales futuros acontecimientos (ver tabla no. 5).

Tabla 5. Forma de cambios en Cuba, según los emigrantes cubanos.

Las eventuales formas de cambio en Cuba % de los encuestados según su edad

Total

21-35 36-45 46-55 56 y más

Tranquila, sin la participación ciudadana ya

que todo está decidido 18,8 15,2 6,0 14,3 12,3

Pacífica y prolongada, con amplia

participa-ción ciudadana 18,8 3,8 4,5 4,8 5,4

Muy dinámica, con radicales cambios

polí-ticos y económicos 6,3 19,0 22,4 16,7 18,6

Golpe de Estado, probablemente violento

sin intervención internacional 0,0 5,1 10,4 7,1 6,9

Probablemente violenta con la intervención

internacional 0,0 6,3 7,5 2,4 5,4

De otra, ¿cuál? (descríbela por favor) 0,0 6,3 6,0 4,8 5,4

No sé, es difícil decir 56,3 44,3 43,3 50,0 46,1

Fuente: Elaboración propia a base de las respuestas obtenidas mediante la encuesta.

El rol poco significativo atribuido a la participación ciudadana, como factor de cambios, es sorprendente. Solo los jóvenes la indican ampliamente. Estas declara-ciones se encuentran en oposición a las referentes a una posible participación

individual en la transformación de Cuba, de las cuales resulta que existe una amplia disposición, sin diferencias generacionales, a construir una nueva realidad insular.

A pesar de una baja aptitud para el regreso a Cuba, la disposición a participar personal y activamente en la transformación político-económica del país es mucho mayor. Casi el 45% de los encuestados declara querer tomar parte en la construcción de la Cuba futura. En el marco de una nueva realidad son diferentes las actividades que quisieran desarrollar. Algunos se limitan a las actitudes pasivas (estos represen-tan alrededor del 30 por ciento de los encuestados), otros —en su gran mayoría— se declaran activistas. Entre el primer grupo prevalece el derecho al voto como la principal forma de actividad ciudadana a desarrollar. A la vez, más de la mitad de los encuestados indican el empresariado, la membresía en partido político y la organización no gubernamental, como principal área de acción.

Tabla 6. Forma de participación en la creación de la nueva realidad cubana, según la edad de los emigrados cubanos (en porcentajes).

Forma de participación Total 21–35 36–45 46–55 56 y más

Candidato en elecciones municipales y nacionales 2,95 4,3 2,8 4,7 0,0

Tener derecho al voto 68,3 82,6 70,8 69,4 55,6

Ser periodista 14,2 17,4 13,2 14,1 14,8

Ser miembro de una ONG 26,5 34,8 31,1 21,2 22,2

Ser miembro de un partido político 13,8 17,4 15,1 14,1 9,3

Firmar peticiones, participar en protestas 19,4 17,4 21,7 22,4 11,1

Comenzar una actividad empresarial 51,5 60,9 59,4 51,8 31,5

Otro tipo de actividad (indica que tipo) 21,6 13,0 19,8 21,2 29,6 Fuente: Elaboración propia a base de las respuestas obtenidas a la pregunta: “Imagínate que en Cuba en un futuro cuando ocurran los cambios político-económicos se necesitará alta actividad e iniciativa ciu-dadana, en el campo económico y político. Fíjate en la lista de abajo e indica (tacha) todo tipo de actividad que desearías realizar en tales condiciones: (puedes escoger más de una respuesta)”.

En este caso las diferencias generacionales observadas derivan de las etapas naturales de la vida. Sin embargo, los jóvenes se caracterizan por una mayor inicia-tiva y señalan con más frecuencia, que otros grupos, el derecho a voto como un elemento imprescindible de la actividad ciudadana. ¿Pero cuál es la imagen de la Cuba futura entre los emigrados cubanos? ¿Desean un cambio total del estado actual? ¿O tal vez preservarían algunos de sus elementos? A base de las respuestas obtenidas, podemos decir que no todos los elementos del estado vigente son vistos de forma negativa por los emigrados cubanos. Los elementos más deseados a

pre-servar son el acceso gratuito a la educación (61 por ciento), acceso gratuito a los servicios médicos (58 por ciento), seguridad y tranquilidad (47 por ciento), e igualdad de los ciudadanos (30 por ciento). Solo una quinta parte de los encuesta-dos sustituiría por completo el actual sistema.

Tabla 7. Elementos a preservar del actual sistema en Cuba, según el período de salida (en porcentajes).

Elementos a preservar Total Hasta

1990 1991–

2000 2001 y más

Acceso gratuito a la educación 61,7 55 55,3 72,2

Acceso gratuito a los servicios médicos 58,8 47,5 58,5 63,9

Seguridad y tranquilidad 47,7 32,5 40,7 60,2

Igualdad entre los ciudadanos 30 27,5 30,1 29,6

La organización del sistema de salud 14,4 17,5 13,8 13,9

El sistema de educación 10,8 10 12,2 9,3

Mentalidad y modo de comportamiento de la gente 10,5 5 9,8 13,9

No quiero que quede nada del viejo sistema 20,2 27,5 26,8 9,3

No sé, es difícil de responder 6,1 12,5 4,9 4,6

Otro (indica qué) 7,2 7,5 4,1 10,2

Fuente: Elaboración propia a base de las respuestas a la pregunta: “Si en Cuba la situación política y económica cambiara, ¿qué desearías que quedara intacto? (Puedes escoger más de una respuesta)”.

A pesar de que la gran mayoría evalúa la situación de Cuba como mala y muy mala, y la mitad no está dispuesta a regresar a la patria, el rechazo total al sistema socioeconómico no es muy alto. Su evaluación no es homogénea y deriva de dife-rencias generacionales. El rechazo total al actual sistema prevalece entre los “viejos emigrados”, aunque no supera el 30 por ciento y desciende con la disminución del período de permanencia afuera y la edad del encuestado. En el grupo de personas recién llegadas y hasta los 35 años es nulo. El acceso gratuito a la educación y ser-vicios médicos, al igual que la seguridad y tranquilidad existente en el país, son los elementos más apreciados y valorados positivamente para la gran mayoría. En el caso de la enseñanza, desea su preservación el 72 por ciento de los “recién llegados”

y más del 80 por ciento de los jóvenes encuestados, al igual que un 61 por ciento de los mayores de edad (por encima de los 55 años).

Diagrama 3. Elementos a preservar del actual sistema en Cuba, según edad de los encuestados (en porcentajes).

0,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0 60,0 70,0 80,0 90,0

21 - 35 36 - 45 46 - 55 56 mas

Fuente: Elaboración propia a base de las respuestas a la pregunta: “Si en Cuba la situación política y económica cambiase, ¿qué desearías que quedara intacto? (Puedes escoger más de una respuesta)”.

Destaca también la apreciación, entre los encuestados, de la tranquilidad y seguridad existentes en Cuba. A pesar de las diferencias generacionales, el nivel de valoración, en este caso, es alto y llega entre las personas mayores de 55 años a 40 por ciento y a 60 por ciento entre los jóvenes. Aparecen, sin embargo, respuestas que contradicen, en nuestra opinión, algunas de las anteriores. Nos referimos al elemento denominado como “mentalidad de la gente y el modo de comporta-miento”, el cual un 10 por ciento de los encuestados considera como un atributo que debería perdurar en el nuevo sistema. Esta opinión disminuye con el avance de la edad de los encuestados y el período de su salida. La razón de esta contradicción probablemente tiene origen en la diversidad de los elementos que conforman la mentalidad y el comportamiento de un grupo social.

De esta forma, la futura Cuba, según los cubanos en el extranjero, se caracteri-zará por una alta participación ciudadana e intervencionismo del gobierno, con características de un estado benefactor, en la creación de la cual no se niegan a participar ellos mismos. Esta imagen que está surgiendo ante nuestros ojos requiere

una matización económica. Conforme a lo que está sucediendo recientemente en Cuba, en el ámbito económico, es muy probable que poco a poco se vaya abando-nando el actual modelo a favor de una mayor privatización en los sectores de la agricultura y los servicios, optando por una vía que eligieron algunos de los países del bloque socialista. Estos son calificados como positivos por los encuestados, y utilizando el ejemplo de la sociedad rusa, valoran las ganancias como buenas y muy buenas, en un 80 por ciento. Sin embargo, el modelo por el cual optan los encues-tados contradice las anteriores declaraciones, relacionadas con los elementos a preservar en Cuba. La mayoría, a pesar de querer preservar componentes de un estado benefactor, opta (en un 70 por ciento) por el libre mercado, considerando el modelo chileno como el apropiado.

Diagrama 4. El modelo socioeconómico por cual optan los encuestados.

Fuente: Elaboración propia a base de los datos de la encuesta.

Estas expectativas e imaginarios de Cuba requieren ubicarla también en un entorno mundial cada vez más complejo. Las relaciones internacionales bi- y multilaterales jugarán un creciente rol en la creación de una futura realidad de la Isla. A pesar de estas circunstancias y el papel en las relaciones internacionales que en el pasado jugó Cuba, los emigrados no perciben a su patria como un actor importante o líder en las relaciones internacionales (sea a escala regional o mundial).

Sorprendentemente para nosotros, los investigadores de Europa Centro-Oriental, un 38% de los encuestados opinan que Cuba no tuvo en la época de los años setenta y ochenta del siglo XX ninguna posición internacional prominente. Un 36% de los encuestados no quiere que Cuba recupere su anterior posición. Tan solo un 13%

desea la recuperación del antiguo liderazgo. A favor de él están los representantes de las generaciones que fueron testigos de aquel auge y éxito internacional, es decir, las personas ubicadas entre los 35 a 55 años. Este escepticismo hacia la reintegración internacional de Cuba viene confirmado en las respuestas referentes a la posición del encuestado ante el proceso de integración económica de los países latinoame-ricanos. Los isleños emigrados, en general, no son partidarios de la integración en América Latina, aunque sí a escala mundial.

Tabla 8. La emigración cubana ante el proceso de integración económica de los países latinoamericanos, según el período de emigración (en porcentajes).

Total Hasta 1990 1991–2000 2001 y más tarde

Definitivamente a favor 29,0 17,5 30,7 31,5

Pienso que a favor 21,3 15 25 19,4

Pienso que en contra 5,5 10 4 5,6

Definitivamente en contra 5,1 12,5 4 3,7

Soy partidario de la integración

de las Américas 18,4 12,5 13,7 25,9

Difícil decir 20,6 32,5 22,6 13,9

Fuente: Resultados obtenidos a base de las respuestas a la pregunta: “¿Generalmente, estás a favor o en contra de la integración económica de los países latinoamericanos?”

Una quinta parte no tiene opinión al respecto. Como partidarios de este proceso se declara el 48 por ciento de los encuestados y definitivamente a favor de la integración latinoamericana está un 29 por ciento. Se puede a la vez indicar ciertas diferencias generacionales. Las personas jóvenes y emigradas después del año 1990 son mucho más abiertas hacia los procesos de globalización, que los represen-tantes de la “vieja emigración”. Sorprendentemente, en este complejo proceso mundial, a Cuba no le asignan ningún rol especial. El 45 por ciento de los encues-tados declara que no percibe a Cuba como líder regional y el 12 por ciento no tiene opinión al respecto. Un tercio de los encuestados opina que el país podría liderar la región del Caribe (19.1 por ciento) o América Central y el Caribe (12.2 por ciento).

Los encuestados, a pesar de residir mayoritariamente en Estados constructores y líderes de los procesos de integración, preservan mucho del carácter de una sociedad insular, con mayor grado de escepticismo y desconfianza hacia la mundia-lización. Tal vez, la realidad insular en la cual crecieron marcó de forma decisiva su entorno y en consecuencia los imaginarios sobre Cuba y su futuro, más cercanos a la realidad social y económica de la Isla. De esta forma sus visiones son próximas a las de sus compatriotas en Cuba, con los cuales mantienen estrechos lazos.

Conclusiones

En la historia contemporánea de Cuba, de los siglos XIX y XX, la población cubana residente fuera de la isla fue uno de los actores y creadores de los aconteci-mientos y cambios históricos. Hoy día parece jugar un rol mucho mayor, gracias a

la creciente red de vínculos y conexiones que sobrepasan sin ningún problema las barreras artificiales creadas por las fronteras políticas. De tal manera, es necesario considerar como un factor imprescindible la visión de Cuba y su futuro según los emigrados cubanos. La gran movilidad física (también económica) de la diáspora cubana hacia la Isla5 y últimamente la gira internacional de los activistas cubanos y sus encuentros con la emigración, indican el valor que puede aportar este grupo en los futuros acontecimientos.

Nuestro trabajo, realizado entre los emigrados cubanos dispersos por el mundo, con una muestra de casi 300 personas, acerca y contribuye al entendimiento de esta visión, muy compleja y cambiante, y nos lleva a las siguientes conclusiones:

• Un 75% de los encuestados cree que acontecerán cambios en Cuba, y señala que estos ocurrirán en menos de 10 años. Son los jóvenes en su mayoría los más optimistas al respecto.

• En la visión de los futuros cambios prevalece el escenario pacífico pero de carácter dinámico, con poca participación ciudadana.

• A pesar de que son pocas las personas dispuestas a regresar, un 40 por ciento está indeciso y el número de estas aumenta con la disminución de la edad y el tiempo de salida de Cuba.

• El mayor obstáculo a regresar es el sistema vigente de la Isla. Las ventajas señaladas en el país de acogida (respecto a las condiciones en Cuba) se centran en las libertades políticas y sociales, económicas, culturales y de expresión. El elemento económico es indicado por la generación más joven, la cual subraya como obstáculo la pobreza y falta de trabajo en Cuba.

• Entre los encuestados, más de la mitad está dispuesta a participar de forma activa en la transformación del sistema en Cuba, en la creación de su futura y nueva realidad. Son generalmente las personas hasta los 55 años las que quieren participar como activistas en este proceso: políticos, miembros de partidos y ONG, empresarios. Aunque el rechazo al sistema es mayoritario, lo sorprendente es que, al mismo tiempo, los encuestados desean preservar algunos elementos del estado vigente, como:

° acceso gratuito a la educación,

° acceso gratuito a los servicios médicos,

° seguridad y tranquilidad,

° igualdad de los ciudadanos.

• Son los jóvenes en su mayoría los partidarios de la preservación de estos elementos. La opinión sobre un total cambio político y económico de Cuba predomina entre la vieja emigración.

5 Según datos disponibles (The Havana Consulting Group) el número de cubanoamericanos que viajó en el año 2012 a Cuba alcanzó casi 480 mil personas. En el mismo año las remesas llegaron a superar los 2,605 millones de dólares.

• En el ámbito internacional, en los imaginarios de los encuestados, Cuba no jugará un papel importante. Son pocos los que desean que el país recupere su antigua posición. Tampoco son muchos los partidarios de la integración latinoamericana y en general no perciben a Cuba como un líder regional. El 30 por ciento indica a Cuba como un posible líder en el Caribe y Centroa-mérica. Los partidarios de la activa incorporación de Cuba en las relaciones internacionales y regionales se encuentran mayoritariamente entre los jóvenes.

Con certeza podemos concluir también que existen diferencias generacionales en la visión de Cuba entre los representantes de la emigración cubana. Son disimi-litudes que surgen a base de la edad que representan los encuestados y la época en la cual emigraron. La perspectiva centro-europea de esta investigación, podríamos considerarla como un valor añadido, ya que países como Polonia han transcurrido por la experiencia de la transformación de un Estado centralizado de carácter socialista y autoritario hacia uno en condiciones de libre mercado con avanzados procesos de integración regional al incorporarse a la Unión Europea.

De este complejo cuadro que hemos logrado obtener, podemos deducir que el modelo de cambios en Cuba imaginado por los emigrados se acerca al escenario de los países del antiguo bloque socialista, como Polonia, donde se preservaron algunos de los logros del antiguo sistema (por ejemplo la educación). A la vez, el mero cambio ocurrido en el año 1989 fue pacífico, con una reducida participación ciu-dadana, la cual utilizó el derecho del voto (en las elecciones en el año 1989) para confirmar y apoyar los acuerdos de la “mesa redonda” entre los líderes de la oposi-ción y el gobierno. En el caso cubano, la postura de diálogo no fue uno de los escenarios frecuentemente tomados en consideración. Sin embargo, el cambio generacional en la sociedad cubana que se da en la Isla y afuera de ella, hacen cada vez más posible el diálogo como uno de los mejores derroteros de desarrollo hacia la nueva realidad cubana. Al mismo tiempo, la visión de Cuba en el ámbito inter-nacional coincide con las experiencias polacas donde, en un principio, hubo un rechazo social y escepticismo hacia la integración, especialmente a la Unión Europea.

Al final, vale la pena subrayar que Cuba dispone de un gran capital humano dentro y fuera de la Isla. Los jóvenes emigrados están mucho más dispuestos al retorno, mucho más abiertos a las nuevas condiciones en las relaciones internacio-nales y perciben la situación en Cuba de forma mucho más compleja con sus

“sombras y luces”, teniendo en cuenta que la actividad ciudadana, la mentalidad de ellos mismos y la complicada historia de Cuba se deberían tomar en cuenta en los futuros pasos del cambio.

Bibliografía

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PEDRAZA, Silvia (2007). Political Disaffection in Cuba’s Revolution and Exodus. Nueva York: Cam-bridge UP.

RESUMEN

El presente análisis tiene como objetivo demostrar en detalles cual es el motivo principal de la emigración contemporánea de los cubanos, junto con las imágenes y cargo emocional que preservan hacia su patria.

Este trabajo, se realizó sobre la base de un estudio cuantitativo en forma de encuestas anónimas, en línea.

Palabras clave: Libertad, diáspora cubana, emigración, Cuba.

ABSTRACT

This analysis aims to show in detail which the main reason of contemporary emigration of Cubans is, taking into consideration the images and emotional bond with their homeland. The data was collected via anonymous online survey.

Keywords: Freedom, Cuban diaspora, migration, Cuba.

Introducción

La migración y la movilidad internacional de las poblaciones son procesos muy complejos y diversificados, estos forman parte de la naturaleza humana, pues han sido un importante elemento del desarrollo de la humanidad. La posibilidad de cambiar de lugar de residencia es un componente fundamental de la libertad.

El presente análisis tiene como objetivo demostrar en detalle, cuál es el motivo principal de la emigración contemporánea cubana, así como dilucidar las imágenes y cargo emocional que preservan hacia su patria. Este trabajo se realizó sobre la base de la metodología de investigación cuantitativa, en forma de encuestas. El instru-mento aplicado busca identificar las determinantes de tal movilidad e indicar los motivos de la emigración (que los mismos encuestados declaran), verificar si es el factor económico la mayor y principal razón que empuja los emigrantes cubanos hacia el extranjero, y qué lugar ocupa en el sentido de libertad propia e individual para emigrar.

TONOS DE LA LIBERTAD EN LA PERCEPCIÓN

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